Regina Martínez

 

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Zapateando

Hace tres años que fue asesinada la periodista Regina Martínez. El crimen sigue impune. Contra ella se cometieron los típicos actos de agresión que sufren comunicador@s y defensor@s de derechos humanos, e incluso, actualmente, much@s ciudadanos en Veracruz y en todo México.

Regina fue ante todo reportera, periodista. Tuvo siempre una línea de periodismo de investigación y diarismo crítico del poder, de los poderosos, del gobierno, de los poderes que oprimen y violentan a Veracruz y al país. No solamente era una periodista formada en el campo: en las regiones de Veracruz donde la violencia estructural da siempre materia para el periodismo de denuncia. Fue corresponsal para el diario xalapeño Política en Chiapas tras el alzamiento armado del EZLN en 1994. También estudió comunicación, pero sobre todo se preparaba consultando los medios todos los días para tener siempre informada su agenda, sus cuestionamientos, sus temas a investigar y escribir.

Su herramienta de trabajo principal era el reporterismo en el lugar de la noticia, en los últimos años sobre todo en Xalapa, mostrando desde unas voces del poder (en la Legislatura sobre todo) las denuncias a cada gobierno en turno, pero también entrevistando a las víctimas.

Creció y floreció en la generación que vio embarnecer Proceso y nacer y consolidarse La Jornada, para ella el periodismo crítico era el único posible, pues lo otro, tratar de obtener dinero por no publicar lo que se sabe era no periodismo sino mero delito. Antes de ser asesinada fue censurada, vetada y amenazada.

No es solamente Proceso quien no cree en la explicación oficial del gobierno veracruzano que atribuye su asesinato a un crimen pasional; es la sociedad crítica xalapeña, veracruzana, mexicana e internacional quien no cree en ese absurdo. ¿Casualmente un crimen pasional quitó del camino a una periodista crítica y de denuncia? ¿Crimen pasional en el estado más violento contra la prensa y l@s comunicador@s en el país más peligroso del mundo para la libertad de expresión?

Su periodismo sufrió siempre el trato que sufre el periodismo de provincia. Ahora sus reportajes están en la red, al menos una parte de ellos, pero el reconocimiento a su papel como periodista y como mártir o víctima de la libertad de prensa y de expresión se da no en México sino en el extranjero. En Oviedo, España, una calle y un monolito llevan su nombre. En el monumento, una placa dice: “El Ayuntamiento de Oviedo a Regina Martínez Pérez periodista asesinada en Veracruz (México) el 28 de abril de 2012. En reconocimiento a los periodistas y a la importancia de su labor profesional para el desarrollo de la democracia.”[1] En México la recuerdan cada año quienes la conocieron: sus lector@s, entrevistad@s, la sociedad veracruzana en lucha que tuvo en ella un micrófono para denunciar, informar, comunicar.

Fue víctima como periodista pero también como mujer, porque la explicación inventada por el poder para su asesinato trataba de culparla a ella misma, de manchar su nombre, como han hecho otros poderes contra defensoras de derechos humanos.

En la guerra la primera baja es la verdad. La información se convierte en propaganda y quienes se empeñan en investigar y publicar se convierten en enemigos del poder. Por ello Regina Martínez, como Moisés Sánchez y otras y otros periodistas en Veracruz y en México, como otr@s comunicador@s, defensor@s de derechos humanos y luchador@s sociales, ha sido víctima por no obedecer la orden de callar, de no investigar, de dejar de hacer lo único que saben hacer: trabajar con ética, informar, denunciar y con todo ello criticar al poder.

Este martes 28 de abril la sociedad xalapeña la recordará en la Plaza Lerdo, ahí donde muchas veces ella los entrevistó haciendo su diaria labor periodística. Su nombre simboliza ahora a una sociedad agraviada, agredida, pero no silenciada.

[1] “Regina Martínez” http://es.wikipedia.org/wiki/Regina_Mart%C3%ADnez

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